Una de las maneras en la que el ser humano se expresa es a través de las palabras. Nunca somos conscientes de la repercusión que puede llegar a tener. No importa donde lo enfoques, ya sea a ti mismo o hacia los demás, simplemente dejará eco en la eternidad.
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No nos damos cuenta, pero la gran mayor parte del día empleamos palabras. No importa el tema que se trate, simplemente lo utilizamos. Es la expresión que mejor entendemos, quizás será porque así hemos crecido, nos hemos educado y al fin y al cabo es lo que mejor sabemos hacer.
Pero no siempre utilizamos las palabras adecuadas. Pese a tener una amplia experiencia en este campo, parecemos inexpertos en muchos casos. Seguramente alguna vez has dañado a alguien sin querer por tus palabras, pero el daño está hecho, ya no sirve de nada arrepentirse, esta situación no las vas a poder cambiar. Es entonces cuando te preguntas qué podría haber pasado si llegas a decir otra cosa; y aunque todo el mundo lo llegamos a pensar, es una pérdida de tiempo porque nunca lo sabrás.
Pero ya no solo podemos influir a los demás, también a nosotros mismos, y quizás es lo peor de todo, porque convives contigo hasta el fin de tus días.
Tus palabras puede cambiar el destino de tu vida
Aunque la mayoría de veces las palabras no van en concordancia con tus hechos, existen ciertos casos que si lo es, especialmente cuando no te atreves hacer algo o te enfrentas a una situación nueva.
¿Nunca te has preguntado que hubiera pasado si llegas a decir que si a una propuesta? Yo también ¿Nunca te has preguntado que hubiera pasado si llegas a decir que si a esa mujer que tanto te gusta pero que no lo haces porque estás acojonado? A mi también me ha pasado.
Perdemos miles de oportunidades y experiencias por negar una oportunidad que se te ha presentado. Seguramente si hubiéramos dicho que si en más de una ocasión tendríamos una vida diferente, llena de emociones y por qué no decirlo de felicidad.
Todo son suposiciones, pero ya lo hiciste cuando empleaste la palabra no o déjamelo pensar, por tanto se acabó confirmando tu teoría, pero básicamente porque lo provocaste tú.
En los tiempos que corren vivimos con temor a ser dañados de la forma que sea, y eso no es vivir, es estar en un laberinto donde quieres ver la salida y cuando la encuentras piensas que esa salida no es la adecuada.
Muchas veces me pregunto si nuestras palabras siempre fueran positivas ¿Qué vida tendríamos ahora mismo? La respuesta no la tengo, pero habrá que empezar por ponerse a la acción.
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Palabras
que llueven a la boca.
Son de sol, o de mar,
de viento, o de marea
unas que se van
y otras
que se quedan.
Hola Delfina!
Es muy bello lo que acabas de decir, si se pudiera compartir los comentarios en las redes sociales este sería uno de ellos 🙂 .
Es preferible que las palabras que no son veraces se vayan con el viento para que así las verdaderas que se queden en nuestro corazón 🙂
Un besote!
Más que en las palabras, yo me fijaría en el discurso. Un conjunto de palabras desordenadas sólo reflejaría nuestro desorden interior.
Hola #Jerby!
Como siempre tu comentario es muy acertado, el discurso refleja lo que somos, nuestro interior y al fin y al cabo lo que deseamos mostrar al mundo entero.
Un abrazo!
Hola Jony,
sinceramente, ojalá supiera cómo acertar. A veces he dicho «sí» y he acertado, otras me he equivocado. Lo mismo cuando he dicho que no. Esto me recuerda a un artículo que escribió Marcelo sobre saber decir no. Los del ámbito social no hemos sabido hacerlo y quizás por eso se nos ha valorado tan poco, pero esto ya es otro tema.
En cuanto a los errores intento no mirar hacia atrás, aunque he de reconocer que hay cierto errores que pesan demasiado.
Besos 🙂
Hola Carolina!
Si no nos equivocarámos no seríamos lo que somos ahora mismo, es parte de la vida, del ser humano y al fin y al cabo es lo que nos ayuda a evolucionar como individuos 🙂
Un besote!
No todo es nosotros, nunca se han puesto a, mirar al su arrededor, todo lo que hacemos en un punto o otro afectará a otros, alguna vez teas puesto a pensar sobre ello, haciendo que no siempre para nosotros, el orgullo lo cambia todo, así que cuando hablamos recordemos que no siempre somos o es nosotrod! Las palabras siempre las vamos a decir, es donde las ponemos y las decimos!…
Hola Santiago!
Cada palabras que empleamos repercute de forma positiva o negativa a cualquier individuo eso es cierto, pero también nos afecta a nosotros mismos, por la sencilla razón que estamos las 24 horas hablándonos.
Deberíamos aprender a dialogar y usar las palabras correctas, aunque es todo un camino a recorrer. Gracias por comentar 🙂
Un abrazo!
Muy interesante Jony!! Siempre he creído que es importante cuidar nuestras palabras y aunque no es tan fácil, si evitamos lastimar a quienes queremos ….Por cierto me gusta mucho los temas que tratas en tu blog! 🙂 un abrazo!
Hola Zona de té!
Intentar cuidar las palabras es crucial, es muy difícil, pero al menos nos enfocamos en un camino más llano 🙂
Me alegro que te guste mi contenido, me esfuerzo a diario para mejorar 🙂
Un abrazo!